5 excusas de los profesionales para no seguir capacitándose
Tras varios años en el mercado laboral y alejados de la etapa de estudiantes, es razonable que a los adultos les perturbe la idea de volver a un centro de estudios y reiniciar las actividades relacionadas con el aprendizaje. Sin embargo, el conocimiento avanza a un ritmo tan acelerado que ningún profesional puede darse el lujo de colgar un título en la pared y dejar de actualizarse, ya que esta decisión pone en riesgo su competitividad. Un ejemplo concreto: dada la magnitud del impacto del mundoonline en todas las industrias, es imprescindible saber crear, pensar y gestionar negocios en el mundo digital. Por el contrario, aquellos que deciden mantenerse actualizados logran diferenciarse de sus colegas y aumentar su valor dentro de la empresa. A nivel personal, participar de un curso también incrementa los vínculos con nuevas personas y se eleva la autoestima al notar que uno puede desarrollar más capacidades. En este listado, destacamos cuáles son las principales excusas de los profesionales para no volver a clases:
- "Estoy demasiado ocupado”: las jornadas laborales suelen ser extensas y, en líneas generales, todos queremos lograr un balance entre la vida laboral y personal. Sin embargo, hay que considerar que para adquirir nuevos conocimientos no es necesario aprobar muchas materias durante 3 años o más: existen cursos cortos especialmente diseñados para personas laboralmente activas, que tienen una propuesta de cursada intensiva y en los horarios más convenientes para quienes deben asistir a una oficina. Además, como se aprende en base a la práctica, no hay que destinar horas del fin de semana para estudiar cientos de páginas, ni someterse al estrés de los exámenes escritos.
- “Capacitarse es caro": contar con profesionales idóneos es un requisito indispensable para que una empresa sea rentable. Como muchas organizaciones invierten en la capacitación de sus colaboradores, puede ser una muy buena idea plantearle al jefe los motivos por los cuales sería importante para la compañía que su equipo desarrolle determinadas habilidades digitales, como pueden ser, entre otras, conocer los modelos de negocios digitales y sus diferencias con los tradicionales; saber detectar las necesidades de tus clientes, validarlas de forma eficiente y a partir de ahí conocer los aspectos clave para tu producto o servicio; o dominar las nuevas técnicas para gestionar proyectos digitales. Seguramente, los directivos tendrán en cuenta no sólo el costo del curso sino también cómo sus colaboradores van a generar más valor en sus puestos de trabajo.
- “Voy a ser el más ´viejo´ de la clase”: este tipo de pensamiento recurrente no es más que un mito porque en los programas ejecutivos los estudiantes son personas que ya están en el mercado laboral y, por ende, son mayores comparados con los alumnos que se encuentran en los cursos de capacitación convencionales. Una de las características más enriquecedoras de las iniciativas de capacitación para profesionales es que, además de haber personas con un amplio rango de edad, éstas crean vínculos muy interesantes ya que comparten situaciones de las industrias en las cuales se desempeñan y aprenden los unos de los otros.
- “No estoy seguro de que una capacitación me ayude a crecer profesionalmente”: las empresas están buscando candidatos con habilidades que se superponen en diferentes campos, algo conocido como “profesionales híbridos”. De hecho, un estudio de la Universidad Bentley, en Estados Unidos, encontró que en el 71% de las posiciones que se están abriendo se solicita que los perfiles a contratar cuenten con conocimientos interdisciplinarios. En la práctica, esto significa que una persona que es experta en Marketing pueda diseñar un plan estratégico para implementar online; que un gerente de Ventas pueda llevar adelante con éxito el área de eCommerce, o que un ejecutivo del área de Recursos Humanos pueda desarrollar con éxito la marca empleadora de la firma en internet.
- "No sé qué capacitación elegir”: ante el abanico de propuestas es fácil dudar con respecto a qué opción seleccionar. Afortunadamente, en Digital House contamos con charlas informativas que detallan las características de cada curso. Por otra parte, siempre es positivo consultar con personas que han cursado determinado programa, buscar referencias en el mercado y solicitar más información sobre los temarios. Una alternativa interesante es cursar un programa ejecutivo como el Digital Immersion Program, en el cual se aprenden los temas imprescindibles para sumar nuevas habilidades digitales como, por ejemplo, los secretos para incorporar lo digital en los productos, en la experiencia de los clientes y en los procesos clave de la empresa; cómo utilizar las nuevas herramientas para acercarse a los clientes y potenciar las acciones de marketing; cuáles son los conceptos clave que forman parte de un proceso de desarrollo de proyectos digitales, cómo implementarlos y cambiar la escala del negocio; en qué consisten las nuevas metodologías y herramientas para ser más ágil; y cuáles son las variables fundamentales para seleccionar proveedores y medir su desempeño.
Como dijo el compositor inglés Eduard B. Britten, “aprender es como remar contra corriente, en cuanto se deja, se retrocede”. Esta frase, lejos de desmoralizar, debería ser un incentivo para los profesionales de todas las edades; para aprovechar su capacidad intelectual y la experiencia acumulada con los años, con el objetivo de lograr la superarse día a día.