Cómo programar un gol en 3 simples pasos
El mundial de Qatar 2022 será el más tecnológico y existe una controversia por parte de quiénes están a favor y aquellos que creen que la tecnología arruinó al fútbol.
Desde esta nota, intentaré demostrar que la tecnología bien aplicada no arruina al fútbol o a cualquier otro deporte, sino que lo maquilla, lo seduce y en cierto modo lo potencia.
Imaginemos por un momento que no tuviéramos estadísticas, que no sepamos cuántos clásicos hubo en la historia, ni quién ganó más, que no tengamos acceso a la cantidad de goles que hizo Maradona para la Selección Argentina, que no podamos contar la innumerable cantidad de records que batió Messi a lo largo de su carrera. Que no exista el tan temido promedio. ¿Quién ganó más campeonatos? ¿Hace cuantos años que no se enfrentan X clubes? ¿Cómo salió tal partido? ¿Cuál es el equipo más ganador de la historia? ¿Y el más goleador?
Toda esta información surge de los datos guardados y almacenados que se encuentran a nuestra disposición en caso de ser requeridos. También nos podemos preguntar ¿cuántas variables existen? Ello solo depende de la imaginación de cada “data lover” para cruzar y analizar esa Big Data.
El fanatismo por el manejo de datos puede equipararse al fanatismo por el fútbol. Combinados pueden lograr generar preguntas tan difíciles de imaginar como la que da el título a este artículo. La data es conocimiento, y el conocimiento en este campo es virtud. Con información, datos, resultados, estadísticas y análisis se puede enriquecer cualquier deporte o actividad. Pero el azar también es una variable que se debe considerar.
Dentro del mundo de la programación nos basamos en datos reales que nos ayudan a llegar a un objetivo. Para un programador el objetivo es el mismo que el de un jugador de fútbol: meter un gol. Mientras más atractivo o decisivo sea ese gol, de mitad de cancha, de chilena, olímpico, a los 90 minutos, el último tiro en la tanda de penales o el empate en el último minuto, más recordado y estudiado será, y más valor tendrá. Terminar cada proyecto de programación es equivalente a meter un gol.
Paso 1: todo programador necesita un lenguaje y una identidad, asimismo cada jugador de fútbol selecciona en qué lugar de la cancha jugar. De acuerdo a sus habilidades, sus conocimientos, sus intentos previos, donde se sienta más cómodo, donde le guste y le de resultados. El fútbol avanza, cambia, se establecen nuevas posiciones, más específicas. Carrilero, pivote, media punta, delantero centro, segundo delantero, portero, lateral, etc. Así también sucede con los lenguajes de programación, evolucionan, aparecen nuevos, se reformulan. Hay que saber en dónde uno quiere jugar.
Paso 2: estudiar y entrenar. El desafío más importante es mantenerse actualizado, entrenado, listo para la acción. El entrenamiento y el estudio llevan tiempo y dinero, inversión y capacitación. Es fundamental estar activo, al día con los avances de la tecnología, en contacto con otros programadores, otros jugadores, saber dónde buscar, dónde consultar. Un jugador de fútbol como un programador se complementa con otros jugadores. Se necesita del conocimiento de un compañero, del debate, del juego en equipo para poder lograr mejores resultados, más eficaces, rápidos y eficientes.
Paso 3: comenzar a escribir código, a jugar, a practicar, lanzarse a la cancha, errar, equivocarse, fallar y aprender. No es fácil meter un gol, no es cuestión de suerte. Sin los pasos anteriores, el desafío se vuelve casi imposible. Meter un gol es cómo cerrar un proyecto, cumplir un objetivo. Jugadores hay miles, millones. Todos buscan lo mismo, meter goles, cerrar proyectos.
Si quieres desafiarte y romper records con pasión y dedicación, puedes lograrlo estudiando Programación Web Full Stack en Digital House. Con una duración de 7 meses y una cursada 100% remota podrás adquirir las habilidades más demandadas del mundo laboral a través de la práctica y la incorporación de los lenguajes y las tecnologías más requeridas.