Cómo convertir a nuestros colaboradores en embajadores digitales de la compañía
Si hay una máxima que se cumple al momento de la reclutación y selección de los colaboradores es que las personas son una fuente de recomendación mucho más creíble y valorada que cualquier anuncio o publicación de una marca. En consecuencia, activar a los colaboradores internos como promotores digitales de marca es una inversión duradera ya que, de esta manera, las compañías pueden competir mejor por la relevancia en Internet.Los contenidos compartidos en internet por empleados tienen hasta ocho veces más “engagement” que los publicados por los canales corporativos de sus empresas. Además, pueden generar hasta tres veces más confianza comparado con lo que diga el CEO de la organización. Por eso, las publicaciones del staff se presentan como un canal de información extraordinario, por encima de lo que digan los directores corporativos.
Por todo lo dicho, las empresas que apuestan por involucrar a sus colaboradores en estos programas están, además, fortaleciendo la vinculación interna y, al mismo tiempo, descubriendo y preparando a sus nuevos líderes digitales.Un programa exitoso para convertir a los empleados embajadores digitales del negocio debe constar de cinco actividades: - Seleccionar a los posibles embajadores de la marca. Podemos rastrear a aquellos empleados que ya tienen actividad fluida en las redes sociales y que cuentan con una opinión positiva de la empresa. Además, habría que seleccionar a quienes están especialmente comprometidos con la organización, ya sea por su especial desempeño, por su participación en otros programas internos o por su vocación de promover cambios.- Reglas claras. Crear una política de redes sociales lo más sencilla y comprensible posible, planteándolo en términos más positivos que aleccionadores o amenazantes. Ayudar a nuestros embajadores a desarrollar si tarea también es importante a la hora de llevar a cabo el plan.Según un estudio de Hootsuite y Linkedin para el sector financiero, un 25% de los consumidores y un 40% de los empleados dicen confiar especialmente en aquellas empresas cuyos máximos responsables se esfuerzan por participar abiertamente en redes sociales.
- Entender por qué y cómo participar. Es importante que, además de unas guías corporativas y un plan personal para participar en redes sociales, los embajadores reciban entrenamiento en disciplinas o áreas específicas de conocimiento que escapan de sus habilidades específicas como comunicación digital y marca personal. - Facilitar los recursos adecuados. Es recomendable que la organización habilite un espacio propio y convenientemente identificado donde los colaboradores puedan extraer fácilmente y sin riesgo alguno las historias, fotos, documentos, presentaciones, informes, sugerencias de artículos, enlace directo o referencias específicas que necesitan para personalizar y enriquecer sus propias publicaciones.
- Promoción y reconocimiento. El incentivo más exitoso en este tipo de programas suele ser el emocional. Es muy importante incorporar a nuestros líderes en las comunicaciones internas de la compañía o en foros públicos en los que puedan explotar su expertise y ponerlo al servicio de la marca. Formar una cultura digital de la que participen los empleados es una estrategia rentable en el aspecto reputacional, en el negocio y en el emocional interno. El contenido es más valioso que nunca, especialmente cuando narra historias reales de aquellos que sostienen la empresa.Para lograrlo se requiere de una vocación empresarial y decidir qué tipo de compañía queremos construir.