Mitos y verdades sobre ser programador

Estamos en una etapa de cambios profundos en muchos aspectos de nuestras vidas personales y profesionales, y las tecnologías digitales tienen mucho que ver con eso. Por este motivo, y por las oportunidades que se les abre a los que saben programar, es preciso desmitificar algunas cuestiones que tienen que ver con el trabajo como Desarrollador Web Full Stack o como creador de aplicaciones móviles ya sea Android o iOS. ¡Y que mejor día que el día del programador! Conocé mitos y verdades a continuación:

• Mito: Es una profesión deshumanizada.
• Realidad: Encontramos software y, por ende, programación, detrás de muchísimas tareas que realizamos a diario, por ejemplo, chequear la cuenta del banco, utilizar una app móvil para encontrar pareja o para saber el pronóstico del tiempo. Lo mismo sucede en todas las empresas, más allá de su industria o tamaño. En resumen, la programación es transversal y se requieren de talentos con distintas perspectivas. De hecho, las organizaciones valoran muchísimo a los candidatos que saben escribir código y que, además, tienen la capacidad de considerar a los usuarios y al negocio.

• Mito: Es una tarea muy rutinaria
• Realidad: Programar implica tener creatividad porque se enfoca en analizar cómo resolver un problema o cuestión gracias al desarrollo de un software.  Además, los sondeos indican que las organizaciones demandan  profesionales que, además de saber codear, puedan trabajar en equipo, cuenten con un enfoque hacia el cliente, sean creativos y tengan facilidad para expresarse.

• Mito: Es difícil
• Realidad: En los últimos años surgieron lenguajes muy fáciles de aprender. Además, las metodologías de aprendizaje también evolucionaron, y hoy cualquiera puede aprender a programar en pocos meses, en base a la práctica.

• Mito: Los salarios son bajos
• Realidad: Muy por el contrario, se encuentra entre las profesiones más cotizadas. De hecho, un programador junior percibe un sueldo que puede ser un 30 por ciento superior a una persona con el mismo nivel de experiencia pero de otra disciplina.