Watson: los secretos de la inteligencia cognitiva como solución
Tuve la suerte de participar recientemente en una capacitación para docentes organizada por IBM Argentina, en la cual se presentaron muchísimos detalles sobre Watson, el sistema de computación cognitiva que está revolucionando a muchas industrias y posiciona nuevamente al Gigante Azul en la cima del mundo tecnológico.Durante esta actividad aprendimos muchísimo. Por ejemplo, que si bien algunos consideran que Watson es sucesor de IBM Deep Blue, la computadora que en 1996 venció a Gary Kasparov al ajedrez, en realidad no tiene mucho que ver con aquella máquina, ya que Deep Blue no era realmente “inteligente”, sino que analizaba todas las jugadas posibles del rival y en base a eso proponía el mejor movimiento. En síntesis, su código servía solo para el ajedrez.Por el contrario, Watson es realmente una supercomputadora que entiende el lenguaje natural, es decir, la forma en la que hablamos los humanos. Además, procesa miles de millones de datos estructurados y no estructurados al tiempo que formula respuestas en base a predicciones que realiza en tiempo real analizando los datos recopilados.En los últimos meses vimos como Watson salió del laboratorio para convertirse en una solución comercial para distintos procesos, como analizar impuestos, desarrollar medicamentos innovadores, realizar diagnósticos oncológicos y hasta buscar la cura para el cáncer.Watson se hizo famoso en 2011, cuando venció a los dos mejores jugadores de Jeopardy, el juego norteamericano televisado donde hay que contestar distintos tipos de preguntas. ¿Cómo lo hizo? Básicamente le insertaron todos los contenidos de Wikipedia en inglés, y así logró vencer a los humanos. Este programa era un ícono de inteligencia en Estados Unidos hasta que ganó Watson.¿Cómo funciona?Muchos dicen que “Watson razona”. Profundizando sobre este aspecto, el sistema realiza un análisis profundo de la pregunta que se le formula para entender qué información se está solicitando. Además, genera distintas hipótesis en base al análisis de inmensos volúmenes de datos que tiene almacenados. A mayor cantidad de hipótesis, mejor será el resultado. Algo interesante es que si en el set de hipótesis no hay respuesta, no puede responder. En base a todo esto se genera un “ranking de hipótesis”, ya que Watson empieza a buscar evidencias en los datos, combina algoritmos, y devuelve cientos de miles de scores o posibles resultados con distintas probabilidades. Por último llega a lo que se llama “Merge final”. En esta instancia es fundamental la experiencia, es decir, cuántas veces el sistema pasó por la misma pregunta en el entrenamiento previo. A medida que pasó por situaciones similares va a rankear mejor y a generar mejores respuestas posibles.¿Cómo aprende?Watson aprende desde cero interactuando con el humano, que le da feedback, en base a una gran inyección de datos. En esta parte del proceso participan expertos para entender si el sistema arroja resultados que tienen sentido o no. Por ejemplo, los médicos lo entrenan para que pueda brindar diagnósticos coherentes.Con Watson, IBM busca diferenciarse del ecosistema creando un paraguas sobre la inteligencia artificial. Por este motivo, se refiere a él como “una solución cognitiva compleja donde intervienen humanos en el proceso”.Sin embargo, todo el ecosistema que está avanzando en soluciones de inteligencia artificial corre en la misma dirección. Por caso, API.AI -ahora adquirida por Google- permite al usuario desarrollar sus propios agentes para conversar con Google Home. De la misma manera, los servicios de inteligencia artificial de Amazon.com AWS, tienen capacidades similares a los módulos de Watson.En definitiva, tanto la propuesta de IBM como las iniciativas recién mencionadas no son como los sistemas determinísticos de antaño, sino que se trata de soluciones basadas en la probabilística, que siempre va a tener como output de su proceso una probabilidad de ocurrencia.Si bien no estoy tan seguro que sea correcto hablar sobre el inicio de la “era cognitiva” solo porque se genera nuevo conocimiento a partir de las predicciones (algo imposible de hacer en el pasado con los métodos tradicionales), semejante frase le quita mérito a lo que pueda ocurrir en el futuro. Sin dudas, después de Watson pero antes de Skynet, vamos a ver la verdadera “era cognitiva” con el despertar de las máquinas capaces de hacer cosas hasta hoy impensadas.